viernes, 16 de noviembre de 2007

Teoría de la expresión




Si lo que expresa lo complejo tiene que ser igualmente complejo, ¿no se está confundiendo el expresar con el reproducir? El lenguaje expresa la realidad sin reproducirla, razón por la cual nos permite abreviar.

La combinación de los colores no expresa nada, sino que lo reproduce. En cambio, las palabras sí expresan, tanto más cuanto más simples son. De modo que el término más vago (por ejemplo, "cosa") es el que mayor campo denotativo ostenta.

En la esfera lingüística lo complejo no es una mera adición combinatoria de elementos simples. Las palabras no son más o menos complejas según el número de letras que las integren. Lo serán, si acaso, en atención al número de significados que connoten. Nada más difícil de definir y, por ende, más complejo que aquello que remite a todo, como "el ser" o "la verdad".

Una explicatio, pues, presupone una complicatio o síntesis cifrada. El alma requiere la memoria para reproducir datos brutos e integrarlos en su noción unitaria y consciente. Pero en absoluto le hace falta tal cosa para expresar la experiencia de estos datos, mientras mantenga algún grado de sensibilidad. Nadie siente de la misma manera y, por tanto, sentir no puede equipararse a reproducir, siendo en cambio una forma primaria del expresar.

Esto basta para probar que en el alma cabe todo el universo sin necesidad de ser ella misma un universo.

* * *

Enlace interno.

14 comentarios:

r3D dijo...

Esta entrada me resultó bastante interesante.Pero sin pensarlo mucho y desde la ignorancia me revuelve en la cabeza la idea de que sentir va en un sentido("nosotros") y expresar va en el contrario(todo lo que no es "nosotros").

Sursum corda! dijo...

irich:

Le respondo por párrafos.

"Si lo que expresa lo complejo tiene que ser igualmente complejo, ¿no se está confundiendo el expresar con el reproducir? El lenguaje expresa la realidad sin reproducirla, razón por la cual nos permite abreviar."

Sc!: Lo que representa lo complejo y lo que lo expresa debe ser tan complejo como lo que desee expresar o representar.

Le puse el ejemplo de la codificación hexadecimal de los colores para explicarle que si queremos representar o expresar un número de colores elevado, el sistema de hacerlo debe tener capacidad para contener información y que el conocimiento de algo complejo sólo es posible hasta donde el que conoce es también complejo.

Hace poco ponía usted un ejemplo de cómo las direcciones diversas de los movimientos de los átomos implicaban que se trataba de individuos diferenciables. Ahora bien, el conocimiento de una multiplicidad sólo es posible desde la multiplicidad.

El lenguaje sólo permite abreviar en la medida en que prescinde de información, pero eso lo veremos en las siguientes respuestas.

"La combinación de los colores no expresa nada, sino que lo reproduce. En cambio, las palabras sí expresan, tanto más cuanto más simples son. De modo que el término más vago (por ejemplo, "cosa") es el que mayor campo denotativo ostenta."

La palabra es un signo de la realidad conocida en tanto que conocida (es decir, daremos dos nombres iguales a dos realidades que creamos iguales, lo sean o no) y no es el signo concreto lo que expresa la complejidad sino el signo dentro de un sistema de expresión de la realidad, de un lenguaje.

"Cosa" no expresa más información sino menos y por eso se puede aplicar a más seres. Lo mismo que "caballo" frente a "Rocinante" o "Bucéfalo" o "animal" frente a "caballo" y "serpiente". Al hablar de "cosa" imponemos menos condiciones a un ser para quedar dentro de esa denominación que para ser "animal" que es, groseramente, "cosa viva que se desplaza por sí misma". Así que en "animal" hay más información pues hay la de "cosa" más la de "vivo" y "que se desplaza por sí mismo".

Mañana sigo.

Un saludo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Tal vez, Sursum, habría que distinguir entre lo complejo y lo compuesto. La complejidad de un símbolo -por ejemplo, "pi"- puede ir mucho más allá que su composición. El símbolo de "pi" es tan complejo como el número "pi", pues símbolo y número son dos formas de expresar lo mismo. Otro tanto puede decirse del alma, que contiene todos los símbolos en su noción, de la que ella misma es símbolo.

Sursum corda! dijo...

irichc:

Veo que nos alejamos de la idea primera de esta charla: si el sujeto es capaz de percibir o concebir una complejidad real o ideal sin ser él mismo complejo por necesidad.

La percepción es una representación subjetiva de la realidad. Es decir: no es necesario que haya una correspondencia entre lo percibido y lo real más allá de una correspondencia biunívoca. Lo que conozco de dos cosas percibidas como idénticas es esa identidad y lo que conozco de dos cosas conocidas como diferentes es esa diferencia, nada más.

Si veo una foto de un paisaje puedo saber que hay hierba y amapolas y que las formas y los colores son realistas, idénticos a los que percibiría si viera un campo de amapolas. Pero es obvio que lo que hace verde a la hierba y rojas a las amapolas no está en la foto, que contiene pigmentos diferentes a los de los vegetales.

Así que sólo puedo decir que hay dos cosas que son idénticas en el mundo en el sentido de que producen los mismos efectos en un sujeto como sensaciones. No puedo identificarlas ni decir que dos colores reales son idénticos por ser ambos, rojos, por ejemplo. Y son diferentes si producen en el sujeto diferentes sensaciones.

Es obvio igualmente que en el mundo hay pigmentos y en el cerebro no, y lo que hay en el cerebro no es otra cosa que información, no componentes materiales idénticos a los de la realidad, salvo al fin de la composición de todo por átomos o partículas elementales.

Por lo tanto, debería ser obvio también que si un sujeto puede percibir una pluralidad ha de ser capaz de contener en sí mismo tanta información como para percibirla como plural. Si un ser es unitario no puede ser y no ser a la vez, no puede percibir rojo y verde a la vez, salvo en una representación plural de la cualidad, del espacio y del tiempo. Por lo tanto debe ser una pluralidad. Pero si entendemos la pluralidad como conjunto de cosas que no son plurales, como la arena de una playa compuesta (idealmente) de granos separados pero que tiene una supuesta unidad, entonces no hay tampoco percepción de la pluralidad pues cada unidad sólo podría percibir la unidad.

El concepto y el signo lingüístico han de ser internamente complejos para poder representar y comprender una pluralidad. Así si nuestros signos son una posición con valores alternativos de 0 y 1, sólo podemos expresar dos cosas. Si tenemos dos posiciones con valores alternativos en cada una para 0 y 1, tenemos dos bits y podemos codificar cuatro cosas 00, 01, 10, 11. Si el número de posiciones aumenta, la información que pueden codificar estos signos aumenta, pero sólo hasta 2^n siento n el número de posiciones. Si cada posición puede tomar tres valores diferentes, 0, 1 y 2, tendremos 3^n y así en general.

Si nuestros signos son combinaciones de vocales y consonantes tales que las reconocemos como diferentes (fonémicamente diferentes), podemos tener un lenguaje que exprese tanta información como signos diferentes, más una gramática que es una codificación en función de la posición relativa de los signos según reglas establecidas ("Pepe ama a Lola" es diferente de "Lola ama a Pepe", pero "voy a Roma" no es diferente de "a Roma voy").

El concepto como idea, no el signo lingüístico que lo codifica para un idioma determinado, también ha de ser complejo y reune o datos sensoriales cualitativamente diferentes tales como "oso polar" la idea de percibir el color blanco o bien idealizaciones de procedimientos como trazar una trayectoria en un plano alrededor de un punto manteniendo la distancia para definir circunferencia.

Un concepto es diferente de otro si sus definiciones son diferentes y por lo tanto las definiciones deben ser complejas si son diferentes. Si no, no podría haber más conceptos definidos que uno. Pero entonces es obvio que el sujeto puede concebir unitariamente algo que es una pluralidad pues recorre una serie de elementos unidos por reglas con significado. Y si imagina el trazado de la circunferencia es porque se representa idealmente el procedimiento de trazarla materialmente. Por lo tanto lo entiende en cuanto que lo percibe idealmente como algo plural, algo que recorre un espacio de partes diversas.

No me he explicado muy bien, pero no voy a reescribirlo todo. Espero que comprenda mi postura.

Un saludo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Sursum, nuestra discrepancia fundamental es que yo no creo que haya percepciones simples y percepciones complejas, sino que estimo que todas son simples según el sujeto que percibe, que también es simple por definición.

Con todo, tu objeción radica en señalar que sólo si el objeto percibido es simple, entonces también tendrá que serlo el sujeto perceptor; y si no, no. Pero ¿qué entiendes tú por percepción simple? ¿La percepción del color verde -compuesto de amarillo y azul- estaría en este grupo? ¿Acaso percibimos cosas verdaderamente simples?

Aunque lo percibido no sea simple, ni por tanto su representación, el acto de percibir sí lo es. No existen las semipercepciones, como no existe la semiconsciencia; existen las percepciones claras y las confusas.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Ad absurdum:

Si toda percepción es compleja, ningún sujeto es simple. Ahora bien, un sujeto que no sea simple ¿qué derecho ostenta a llamarse uno? Y una percepción que no sea simple ¿por qué no la tenemos por múltiples percepciones?

Sursum corda! dijo...

irichc:

Lo mismo me pregunto yo. Y no creo que haya respuesta.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

¿Por qué no la monadología? Hace poco comentabas que no explica nada, que sólo añade dificultades. Pues bien, ya tienes dónde ubicarla para que resulte filosóficamente útil.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

He traducido y ampliado este argumento en un foro angloparlante.

* * *

I am particularly interested in puzzling questions whose answer (being
the clue to many others) doesn't look clear at all, like that of the
immortality of the soul. Recently I was discussing with some friend
about this issue. I stated that perceptions are simple as an act (we
cannot find any "half perception") and, nevertheless, complex as a
process. He objected that every perception is composite and that, in
order to perceive the world, the soul has to be worldly itself, that
is to say, extended and, thus, material.

However, if every perception is a compound, there wouldn't be any
simple individual. But then again, one individual lacking simplicity
can be properly called "one"? Is it reasonable that exactly the same
perception was shared by different beholders? And, as for a complex
perception, why don't we consider it a manifold of perceptions instead
of "one" perception? The solution to all this would be the following:
no one perceives one perception. But this is blatantly false, so we
have to start again.

We find, then, that perceiving is impossible unless we take for
granted some real individual, and not only the grammatical one. And
"real" here means immaterial.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

En román paladín: el sujeto no puede ser imaginario (sin presuponer a otro), porque imaginar es una actividad del sujeto.

Sursum corda! dijo...

irichc:

Una percepción será compleja si está compuesta de partes independientes unas de otras, del mismo modo que usted habla de movimientos diferentes o de seres diferentes.

Si usted puede diferenciar en un momento dos puntos, dos colores, dos sonidos, un sonido y un color, es que su conciencia no es algo simple. Le repito lo dicho. Un se no puede ser y no ser en el mismo momento y bajo la misma relación. Si usted tiene una idea de ser debe estar de acuerdo con esto. Por lo tanto el problema debe de venir por nuestra idea de ser, del mismo modo que el problema de la tortuga y Aquiles no viene del movimiento sino de las ideas de infinito, de espacio y de velocidad que tenían los antiguos.

No se puede usar palabras sin significados y no se puede refugiar uno en artificios como decir que la conciencia es unidad de una pluralidad pues ESO es, precisamente, lo que resulta incomprensible.

Insisto en la analogía informática o la lingüística: con un sólo signo no se puede expresar una pluralidad, con una conciencia una en sentido absoluto no se puede tener conciencia de una pluralidad pues sólo se conocería algo uno.

Sería como pintar un cuadro de un paisaje y que ocupara sólo un punto sin partes. El cuadro, por pequeño que fuera debería tener partes si ha de representar un paisaje que las contiene.

O sería como usar un lenguaje de una sola letra para representar todo. Un concepto, se lo he dicho antes, debe ser complejo o dos conceptos diferentes no podrían ser diferentes sin tener partes diferentes. Y las partes de un concepto son imágenes sensoriales o procedimientos idealizados que constituyen las definiciones.

Sursum corda! dijo...

¿Por qué no la monadologia?

Porque sólo son palabras. No ha aportado nada a la explicación científica del mundo.

Hemos admitido los conceptos de átomo o partículas no porque nos gusten más o menos sino porque reúnen explicaciones para experiencias observables. Las leyes de Dalton para la combinación de los elementos muestran que se combinan en proporciones discretas.

Se lo copio de wikipedia para usar palabras claras y sencillas:

"La ley de Dalton o ley de las proporciones multiples formulada en 1803 por John Dalton, es una de las leyes estequiométricas más básicas.
Ésta ley afirma que cuando dos elementos se combinan para originar diferentes compuestos, dada una cantidad fija de uno de ellos, las diferentes cantidades del otro se combinan con dicha cantidad fija para dar como producto los compuestos, están en relación de números enteros sencillos. Es decir, que cuando dos elementos A y B forman más de un compuesto, las cantidades de A que se combinan en estos compuestos, con una cantidad fija de B, están en relación de números enteros sencillos."

Los demás experimentos que llevan a demostrar la existencia de electrones protones y neutrones son los que nos hacen aceptar que existen pues explican los resultados observables. Las mónadas no explican nada porque hablan del "interior de los seres" y no de las leyes que los relacionan. el "interior" siempre será un desconocido pues lo único que podemos saber es como se relaciona unos seres con otros según leyes.

Trato de explicarme. Podemos saber que hay un comportamiento, que se denominó "eléctrico" al observase en el ambar (elektron) y formular las leyes que lo rigen: cargas de dos tipos diferentes, atracción de las distintas, repulsión de las iguales y ley de Coulomb para la fuerza de atracción y repulsión. Eso es lo que sabemos. Lo que es la "electricidad en el interior" o bien se explica de nuevo en los mismos términos de la ley de Coulomb, es decir, como leyes que relacionen entidades y magnitudes observables o no es más que una "caja negra" que debemos comprender sólo en su relación observable con otras "cajas negras", pero sin poder mirar en su "interior".

Sursum corda! dijo...

irichc.

Su exposición en inglés me parece muy clara pero volvemos a lo anterior.

Si el ser "uno" ha de ser inmaterial en el sentido de no extenso ni localizado no va a poder tener relaciones determinadas con seres extensos y localizados.

Un ser se dice en el espacio si tiene relaciones espaciales con otros seres. Si se relacionan a través de movimientos de una posición a otra según unas direcciones del mismo modo como un punto es una combinación lineal de una base de un espacio vectorial (creo recordar que se decía así y estaría bien tener al matemático de guardia en estas ocasiones).

Pero si no decimos que el alma esté en tal sitio ¿por qué habría de tener relación con mi cerebro y no con los átomos de un cráter de la Luna?

Si el alma, la mónada o lo que se desee no es extensa ni tiene partes y es una, ¿por qué ha de estar en relación con un cuerpo y no con otro? ¿cómo podría conocer algo a través de un cerebro físico? ¿Y por qué de un cerebro y no de una uña o de un bazo?

Saludos. surscrd

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Todas las proposiciones enunciables derivan del principio de no contradicción, arrolladoramente simple. No es incorrecto sostener que dicho principio las contiene en tanto que las fundamenta. Si eso es válido en lógica pura para tal axioma, también lo será en metafísica si a éste le unimos el principio de razón suficiente.

Así, hallamos que las mónadas se sustentan en estas dos grandes asunciones:

1) Nada puede ser y no ser.

2) Todo es según una razón.

Por tanto, todo lo que llega a ser según una razón (expresada materialmente en el orden de la causalidad) no puede ser y no ser, por lo que se mantendrá como sujeto invariable de la cadena de razones o causas que le sean atribuibles. Sólo puede ser invariable un sujeto completamente inmaterial, que es lo que se quería demostrar.