sábado, 4 de julio de 2009

Sectitas




Una de las marcas de identidad del liberalismo es no saber distinguir entre lo legítimo y lo conveniente; esto es, entre el non laedere y el honeste vivere. Es, pues, legítimo que se celebren ritos laicos, si bien hay que reconocer que son hoy una deshonesta nadería. Eventos de esta índole, como admiten sus promotores, constituyen un pretexto para otorgar visibilidad (vulgo propaganda) a la inconexa y autorreferencial ideología atea. Así, el mismo segmento político que reclama el derecho al propio cuerpo frente a la sociedad -que, en suma, es la libertad de prescindir de la ética en todo aquello que no cause un mal directo al prójimo- exhibe ahora el derecho -en realidad deber- a entregar un cuerpo al cuerpo social, pues, bien mirado, no otra cosa son esta clase de presentaciones y bienvenidas democráticas. Travestir el deber de libertad es un acto de extrema hipocresía política y metafísica, mas hételo aquí en toda su crudeza reivindicativa. Tales acontecimientos son meros juegos de sombras, costumbres impulsadas por ciertas elites, pero sin raigambre, carentes al cabo de contenido positivo en el grupo en que se promulgan, confinadas a vociferar arbitrarias filias y fobias individuales con el bien y las libertades comunes como excusa improvisada y rescindible. Ello a diferencia de lo historiado entre los paganos, cuya exaltación de lo público era verdaderamente religiosa y no estúpida, impostada y reactiva como en este caso.

4 comentarios:

Tumbaíto dijo...

Admito que creo que son lo mismo.

Anónimo dijo...

Desde el mismo momento en que nacemos,ya jamas seremos libres.
Pues la implicacion con la vida nos exclaviza tanto para lo bueno como para lo malo.

La libertad como el vacio o el nacimiento,es una ilusion mas...una etiqueta mas con la que sentirnos seguros.

Un saludo y gran blog.

Hugo dijo...

"Es, pues, legítimo que se celebren ritos laicos, si bien hay que reconocer que son hoy una deshonesta nadería."

Estoy casi de acuerdo. Tengo dos objeciones, de momento:

- Los ritos laicos son tan convenientes como lo son los ritos religiosos. Si aquellos fueran una nadería y una estupidez, estos también lo serían. De hecho, a título personal, creo que ambos lo son, aunque soy consciente en todo momento de la "necesidad ritual" que tiene el ser humano.

- Dices "hoy", y ahí está la clave. Un conservador sufre cuando le hacen salir de su "hoy" tanto como un agorafóbico al salir de su casa. Mañana no serán una deshonesta nadería, al menos no más que otros ritos.

Un saludo.

Carlos Suchowolski dijo...

Confundes lo laico con lo racionalista, si quieres, con La Ilustración... ¿O me equivoco? Además, como bien apunta. a mi criterio, Hugo C.: el origen humano de los ritos y rituales hace desde la magia hasta la ciencia positiva pasando por las religiones, legitimadas o no por La Razón,de lo imaginario un único resultado, sea éste más o menos eficaz a la hora de consolidar socialmente a unos u otros, a más o menos, hombres.
Desde la admiración por la seriedad siempre presente aquí (aprovecho para decirlo),
Carlos.