miércoles, 2 de marzo de 2011

Fortuna cuántica




El azar nada resuelve. Si algo carece de causa, no es generado por composición de elementos, sino de una sola vez y de forma inexplicable; lo que los cristianos llamamos creación, aunque imputándola a una causa primera trascendente. Algo así formado tampoco podría ser destruido por medio de la disolución de sus partes integrantes, por lo que sería lo más parecido a un espíritu o substancia simple.

Por una razón análoga a la que impide que un número pueda dividirse por cero, la nada no puede ser sujeto de ningún predicado. Ergo, lo incausado, si verdaderamente es tal, procederá o de una causa que trasciende a las demás (lo que es milagroso) o de sí mismo (lo que es imposible), y sólo dejará de ser por aniquilación, sin que conservemos el menor vestigio de su existencia. ¿Hallamos ejemplo de semejante fenómeno en la naturaleza?

3 comentarios:

Enrique Arias Valencia dijo...

No, no hayamos tal en la naturaleza.

Ergo, por analogía simbólica, Dios existe.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Amoavé: las ENTIDADES no tienen "causas"; lo que tiene causas (o deja de tenerlas) son los HECHOS (algo que se dice mediante una proposición, no mediante un sustantivo, salvo como abreviatura). Y asímismo, la causa de un HECHO siempre será otro HECHO, algo que puede "ocurrir o no ocurrir", no algo que "existe o no existe".
Los hechos, a su vez, difícilmente cabe considerarlos como "generados (o dejados de generar) por composición elementos", o "generados (o dejados de generar) de una sola vez".
Así que todo tu razonamiento se basa en una falacia: aplicas un cierto concepto a lo que no se le puede aplicar.
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A su vez, para que podamos afirmar que un hecho X es causa de otro hecho Y, una condición necesaria es que Y ocurra de manera (lo bastante) regular cuando ocurre X. ADEMÁS del hecho de que observamos la ocurrencia regular de X seguido de Y (al menos en ciertas circunstancias), o al menos, de que la experiencia confirma las predicciones empíricas que hacemos a partir de la hipótesis de que X va seguido regularmente de Y, no tenemos NINGUNA razón para afirmar que entre dos hechos, X e Y, hay una relación de causa a efecto.
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Un "hecho que carece de causa" sería, pues, simplemente un hecho Y para el que NO ES POSIBLE ENCONTRAR NINGÚN OTRO HECHO X QUE SUCEDA REGULARMENTE ANTES DE Y. Es decir, el hecho Y no tendría causa si la frecuencia con la que ocurre Y fuera estadísticamente independiente de CUALQUIER otro hecho diferente de Y. No veo ninguna contradicción en la HIPÓTESIS de que pueden ocurrir hechos sin causa con esta definición más precisa (y menos trilera). Es más, DE HECHO encontramos fenómenos en la naturaleza que NO PODEMOS DESCARTAR (dados los datos disponibles) que sean así.
Y, desde luego, de la posibilidad de que existan hechos sin causa en este sentido preciso, no se sigue absolutamente nada sobre milagros, entes sobrenaturales, espíritus, transcendencias, y otras gaitas similares.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

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