sábado, 27 de julio de 2024

El Argumento del Máximo Limitante




Todo lo que existe por otro existe cuanto puede y le permite su causa en tanto causa. Por idéntica razón, todo lo que obra por otro obra cuanto puede y le permite su causa en tanto causa.

Todo lo que no es contradictorio ni necesario existe si su causa puede obrarlo, y deviene imposible si hay limitaciones en la potencia o en los fines de aquello que, sin ellas, lo habría producido.

Así, la limitación en la potencia del efecto procede de la limitación en la potencia o en los fines de la causa. Lo que es limitado en su potencia de obrar también es causado, pues causar significa dar lugar al ser y acotar los límites del ser. En consecuencia, todo lo que existe limitadamente existe como efecto de aquello que lo limita.

Si esta cadena causal de limitantes y limitados se remontara al infinito, la cadena en sí misma, al no proceder de nada, carecería de cualquier limitación y tendría la máxima potencia. Asimismo, al no dirigirse hacia nada, puesto que lo que no tiene un inicio carece de una dirección, comprendiendo todas las direcciones posibles, no estaría limitada en cuanto al fin. Por tanto, podría producir y produciría todo lo no contradictorio.

Ahora bien, no es cierto que exista o esté en curso de existir todo lo no contradictorio, pues ello sería ilimitado, mientras que vemos que todo lo que existe está limitado por su causa. Lo existente limitado no puede dar lugar a un número ilimitado de fenómenos, en atención al principio según el cual la causa es siempre superior al efecto. Ni lo ilimitado puede haber ya acontecido, puesto que su efecto, que es todo lo que existe ahora, debería ser igualmente ilimitado, en virtud del mismo axioma. Por consiguiente, la cadena causal no se remonta al infinito, sino que hay una causa primera.

Si la causa primera, siendo ilimitada respecto a su potencia, no produce todo lo no contradictorio, tal es debido a una limitación en sus fines. Por tanto, si la causa primera, pudiéndolo todo, obra sólo lo que corresponde a dichos fines, obra voluntariamente. De donde se sigue que la causa primera posee intelecto y voluntad.

viernes, 26 de julio de 2024


Autolimitarse es tan imposible como autogenerarse o autoaniquilarse.

Por tanto, todo lo que tiene límite es limitado por otro. 

El universo tiene límite.

Por tanto, el universo es limitado por otro.

El argumento afirma que la naturaleza de una cosa no basta para limitarla a sí misma, puesto que la autolimitación es imposible. Algo que sólo tenga su naturaleza y ningún otro límite, tendrá la misma naturaleza que la verdad absoluta o el ser absoluto, y será completamente ilimitado.

La diferencia entre las ideas y las cosas es que las ideas están autocontenidas y nunca pueden dejar de ser lo que son, mientras que las cosas se contienen unas a otras y fluyen de unas a otras. El fluir de todo en el todo impide que algo finito pueda autolimitarse en sentido absoluto, puesto que ello supondría detener el flujo.

Puedes atarte un brazo a la espalda, pero tu brazo no eres tú mismo; es una parte de ti. Lo que es imposible es que te limites a ti mismo de forma absoluta, no en parte. Por eso lo he comparado con generarse a sí mismo o destruirse a sí mismo. Imagina a una mujer dándose a luz a sí misma, o a un león devorándose a sí mismo, de modo que sus fauces engullan sus fauces. Todo esto son quimeras. También lo es la autolimitación, pues equivale a contenerse a sí mismo, y eso es tanto como ser mayor que uno mismo.

No puedes ser tu propio límite del mismo modo que no puedes ser tu propio padre. Si decides no subir un monte, no limitas tu poder, limitas tu acción. Y aunque te ates de pies y manos para no poder lograrlo, si has sido capaz de atarte, también lo serás de desatarte, suponiendo que nada más te limite. Limitar tu poder mediante tu poder es imposible.

Sácate los ojos y no podrás ver. Lo que te limita no es el haberte cegado, sino el ser un ser finito que depende de otro para ver. No te has vencido a ti mismo, ya que no eres superior a ti mismo. Por el contrario, has mostrado la debilidad que ya existía en ti antes de realizar la acción de debilitarte.

¿Puedes limitar tu propio conocimiento mediante tu propio conocimiento? No puedes. Tu conocimiento está limitado por el alcance de tu inteligencia y de tus sentidos, por la debilidad de tu voluntad y de tu memoria, esto es, por tu propia finitud. Ser finito significa estar limitado por otro. Si tu conocimiento fuera perfectamente claro y carente de todo error, no podría limitarse a sí mismo.

Sólo las leyes de la lógica contienen al Ser Absoluto. En este sentido es correcto decir que el Ser Absoluto es isomorfo a la Verdad Absoluta. No poder hacer lo absurdo no es un verdadero límite, porque lo absurdo no es nada. No cabe decir lo mismo del universo, el cual tiene límites distintos de los que impone el principio de no contradicción.

El Argumento del Único Absoluto




Si un ser está limitado por algo distinto del principio de no contradicción, lo está o bien por su naturaleza o bien por una causa.

Si un ser es el único existente o la realidad total y, careciendo de causa, está limitado sólo por su naturaleza, todo lo que su naturaleza le impida será imposible.

Por tanto, si un ser no puede hacer lo que no es imposible, está limitado por algo distinto del principio de no contradicción, es decir, o bien por su naturaleza o bien por una causa.

Ahora bien, el único existente no puede estar limitado por una causa. Luego si el único existente está limitado por algo distinto del principio de no contradicción, está limitado por su naturaleza.

Por tanto, si el único existente no puede hacer algo, tal es imposible, lo que significa que no puede darse nunca en ningún universo, ya que iría en contra de la naturaleza de la realidad total.

Por el contrario, si el único existente no puede hacer algo que, sin embargo, puede darse en algún universo, surge la contradicción de que tal es imposible -pues no puede hacerlo el único existente- y posible -en tanto puede darse en algún universo.

De lo anterior se sigue que si un ser no puede hacer algo que no vulnere las leyes de la lógica, dicho ser está limitado por una causa, ya que si sólo estuviera limitado por su naturaleza ésta tendría los mismos límites que el principio de no contradicción y sólo le estaría vedado lo lógicamente imposible. En consecuencia, tal ser no es el único existente, al presuponer una causa fuera de él.

El universo o la suma de la realidad son tal ser, ya que no pueden hacer muchas cosas que son lógicamente concebibles. Por tanto, el universo o la suma de la realidad están limitados y no carecen de causa.

miércoles, 24 de julio de 2024


Imagina un fuego sin causa, que no obstante está limitado por su naturaleza, por la que se ve obligado a arder y calentar. Cabría preguntarse por qué motivo el fuego, al que nada limita, no puede también mojar o enfriar, dado que éstos son modos de obrar tan posibles como aquéllos. Ahora bien, si el fuego es el único existente y hay algo que el fuego no puede, es obvio que tal es imposible. Sin embargo, sabemos que el mojar o el enfriar no son imposibles; lo sabemos por experiencia y porque no entrañan contradicción alguna. Por ello debemos concluir que el fuego no puede ser el único existente ni carecer de causa, pues ello supondría convertir lo posible en imposible, lo cual es absurdo.

Supón ahora un universo sin causa que, en lugar de estar limitado sólo por el principio de no contradicción y las leyes de la lógica, está también constreñido por su naturaleza, como el fuego del ejemplo anterior. Un universo de esta índole no será omnipotente, sino que podrá sólo lo que su naturaleza le permita. No podrá contener más astros de los que contiene en un momento dado ni éstos serán más brillantes de lo que son, aunque ello no sea imposible. Pues bien, del mismo modo que hemos determinado que el fuego que ni moja ni enfría no es el ser absoluto, carente de toda limitación, determinaremos que un universo así tampoco lo es y, por tanto, debe tener causa.


Todo lo que existe obra y todo lo que obra existe. No hay nada en el existir que no sea obrar ni nada en el obrar que no sea existir. Todo lo que existe obra cuanto puede, a saber, cuanto su esfuerzo le permite. Incluso cuando se padece se obra, aunque no por la propia naturaleza interna, sino por la de aquel que actúa sobre el que experimenta la pasión. De ahí que no se dé nunca un existir completamente pasivo.

Un ser causalmente desconectado de la realidad es una quimera, pues pertenece y no pertenece al universo. Pertenece a él porque no es un ser necesario que pueda existir singular y absolutamente. Y no pertenece a él porque no mantiene ningún vínculo real con el resto de elementos que lo componen.

Necesario en este contexto significa que existe sin causa, es decir, por sí mismo, absolutamente. Lo que existe por sí mismo no puede no existir, dado que nadie puede desembarazarse de sí mismo por sí mismo. Un móvil sin fricción ni obstáculo se moverá eternamente en la misma dirección. Por idéntica razón, un ser sin conexión causal con los demás seres existirá eternamente y no experimentará cambio alguno.

La contradicción radica en decir que ese ser imaginario sin vínculo causal con los otros seres existe en el universo, donde todo está en flujo, y no obstante carece de causa, por lo que es perpetuamente inmóvil. Luego, o es parte de la realidad, y como tal está limitado y afectado por las demás partes, o no es parte de ella, siendo un ser inmutable y eterno. Los dos casos no pueden darse simultáneamente.

sábado, 20 de julio de 2024


La conclusión del Argumento de lo Eviterno Inteligible se apoya implícitamente en este otro argumento de Emanuel Rutten, quien sin embargo parte de una primera premisa disputable, a saber, que el universo tiene una explicación última. Creo haber salvado esta petición de principio mediante la reducción al absurdo de la hipótesis de un efecto último, que es en sí misma una explicación última del carácter imperecedero del universo.

El Argumento de lo Eviterno Inteligible




Toda causa lo es o de otro o de sí misma.

Nada en el universo puede no ser causa, ya que de lo contrario no guardaría una relación real con las demás partes del universo y no sería realmente parte del universo.

Llámase causa primera a aquella que es causa sin ser efecto de otra causa.

Llámase efecto último a aquel que es efecto sin ser causa de otro efecto.

Ahora bien, si existiera un efecto último, existiría en el universo, pues es efecto, pero no podría no ser causa, al ser en el universo. Luego, dado que toda causa lo es de otro o de sí misma, y el efecto último por definición no es causa de otro efecto, sería causa de sí mismo. Es decir, el efecto último sería indistinguible de la causa primera, y sería al mismo tiempo causado por otro y no causado por otro, lo que es absurdo.

De la imposibilidad de que se dé un efecto último se sigue que el universo no perecerá nunca.

Si el universo no puede perecer nunca, tal es por su propia virtud o por la de otro. Si es por su propia virtud, su persistencia eterna no dependerá de una razón necesaria, sino que será él mismo la razón de su persistencia eterna, la cual será tan cierta como indemostrable en tanto que hecho bruto. Pero hemos demostrado por razones necesarias que el universo no puede perecer nunca. Luego tal es por virtud de otro y no por virtud del universo. En consecuencia, el universo subsiste por la creación continua de un ser superior.