Tanto este diálogo como el anterior son muy sensatos. De hecho yo no conozco a ningún teísta que haya pretendido una explicación científica -es decir, causal- de Dios, que es la primera causa, la única que no procede de otra. Sí me consta, en cambio, que muchos ateos nos asedian de continuo con impertinencias probatorias. Hablé de ello hace cinco años.
Hay una sola cosa con la que no estoy de acuerdo, no obstante: que la ciencia excluya las causas finales. Eso no lo habéis demostrado.
martes, 3 de febrero de 2009
Metafísica o estadística
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