A propósito de un denso post de Gregorio Luri, comento:
Por sublimar se entiende cambiar el estado sólido al gaseoso, con lo que se admite que no hay cambio de naturaleza sino de grado. Pero entre el deseo bruto, que es irracional, deseo de deseo y por tanto inmediato (cfr. Nietzsche y su "platonismo invertido"), y el deseo del bien, que es racional, deseo del no desear y por ende mediato o participativo, yo veo una diferencia de naturaleza. Pues consideramos así a los pares opuestos simétricamente, cuyo pensamiento simultáneo es imposible y entre los que no cabe la transición que experimentan los cuerpos en sus transformaciones.
Por tanto, según me parece, sí habría un eros moral y político que no debe su filiación a ningún otro que compartamos con los animales.
martes, 29 de diciembre de 2009
Naturaleza humana
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