viernes, 13 de febrero de 2009

La tetera de Darwin


Se diría que el cálculo de probabilidades sólo es procedente cuando se aplica a Dios, o a la imagen que de él se hacen los ateos. ¿Por qué esa huida hacia delante cuando se someten los pretendidos resultados de la evolución a idéntico estándar?

En realidad, hay algo muy cierto en el argumento antrópico, y es que no todos los universos son igual de improbables (uno en el que se dé a determinados seres la facultad de juzgar lo es infinitamente más), mientras que en principio sí lo son todos los hechos contingentes. Este salto, que rompe la falsa analogía de Ayala, no puede verse si estimamos que la vida racional es un compuesto químico más entre tantos, como la concepción de Dembski en el útero de su madre es una más entre tantas. En breve: Si creemos que son isomorfos lo sensible y lo inteligible, es decir, lo medido y la medida, creeremos también que los distintos universos posibles son equiprobables.

Pero esto tiene una refutación sencilla. Medir es poner límites, y un límite es disímil a lo que limita, pues si compartiera la misma naturaleza sería una prolongación en lugar de un límite. Por tanto, dado que explicar es limitar, lo que explica la materia -distinguiéndola del resto de nociones- no puede ser materia, salvo que entendamos que la división conceptual establecida entre la materia y todo lo demás es arbitraria, como lo sería dividir longitudinalmente una pizarra con la marca de una tiza. Ahora bien, ello conllevaría admitir que la materia es por completo inexplicable, y que las ideas, incluso las jamás concebidas, son tan físicas como el universo.

Queda una última consideración por hacer. La fecundación que da lugar a un Dembski puede tenerse por equiprobable respecto a cualquier otra de los mismos progenitores, aunque ello es así sólo si dejamos de analizar, por desidia o por ignorancia, la causa de que prospere una sobre las demás. Sin embargo, no hay causa que pueda hacer más probable a un universo en relación a sus competidores estadísticos. Resulta absurdo postularla desde el momento en que se asume o bien que son universos incausados, o bien que nada sabemos de esta causa. Por consiguiente, el grado de probabilidad se medirá por sus efectos.

12 comentarios:

Jesús Cotta Lobato dijo...

Me convente totalmente este texto, que viene a darle en parte la razón al viejo Platón, pero siempre me asalta una duda: es cierto que, según el principio antrópico, este universo que ha generado vida y vida inteligente es muy improbable, pero dado que alguna probabilidad existía, no es imposible y ahora, los que somos frutos de esa azarosa casualidad, no dejamos de sorprendernos y de buscar explicaciones sobrenaturales cuando todo se reducía a un cálculo de probabilidades. Es como si me hubiese tocado la lotería: a alguien le tenía que tocar y si me toca a mí, me parece un milagro. A los que no les ha tocado les parece sólo probabilidad. Pues bien, la Tierra y el hombre somos los afortunados de esa improbabilísima probabilidad y por eso no dejamos de asombrarnos. Esta duda me asalta constantemente. Un abrazo y enhorabuena. Sigo con mucho interés tus textos.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Muchas gracias. Así es, y soy el primero que no ha aceptado el argumento antrópico siempre. Sigo rechazando el antropomorfismo que conlleva, que es pueril y escasamente filosófico. Pero, aun tomándolo en su parte sana, no es una prueba concluyente, sólo un poderoso indicio. Si bien por mucho menos los ateos se sienten legitimados para gritar a bus en cuello que "Probablemente Dios no existe", esto es, que merece el mismo crédito que la tetera galáctica de Russell.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Lo que al cabo se trata de descubrir es si en las diferentes posibilidades que se valoran estamos comparando materia con materia, en cuyo caso nada tendría de sorprendente que la obtuviéramos en una determ inada configuración que excluyese a las otras; o, por el contrario, comparamos materia con substancias pensantes y reflexivas, no siendo reducibles éstas a aquélla. Es el viejo debate contra el materialismo, sólo que en un nuevo contexto.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Salió hace poco un libro en Áltera titulado Dios o la materia, que trataba ese asunto. Seguiré con mucho interés cualquier cosa que digas al respecto. ¿Tienes alguna entrada donde digas algo en relación con el emergentismo, que es un intento del materialismo por explicar, sin salirse del materialismo, lo que el materialismo no puede explicar?

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Leí el libro las pasadas vacaciones, mientras estaba de viaje. Meses más tarde conversé por correo electrónico con Soler Gil para reivindicarle a Leibniz, estando de acuerdo en lo esencial con él.

Para el emergentismo tengo toda una etiqueta en el blog, pero me temo que no lo he tratado de manera muy sistemática. Tentativas algo primerizas, lo admito. Aquí, aquí, aquí, aquí y aquí, pero sobre todo -aunque indirectamente- aquí puedes leer mi opinión al respecto.

En el párrafo tercero de este post niego que se pueda explicar la materia circularmente, como hace Gustavo Bueno. Sin forma inteligible y distinta no hay más que materia prima aristotélica.

También hay conceptos que escapan a la materia, como el de verdad. La verdad es en acto siempre y en todo lugar. Asumimos ex definitione que lo meramente posible no es real. Luego, la verdad (que es lo meramente posible) no es real y, con todo, es siempre y en todo lugar, la piense quien la piense y con independencia de su circunstancia.

Héctor Meda dijo...

Gracias por el enlace aunque el post que trata íntegramente sobre el principio antrópico es este. :-P

Desconozco la obra de Dembski pero en principio es verdad que no todos los sucesos son equiprobables pues la selección natural primara la persistencia de unos sobre otros por eso aún siendo sin selección natural la vida racional (...) un compuesto químico más entre tantos, y (...) la concepción de Dembski en el útero de su madre (...) una más entre tantas tales fenómenos (vida, Dembski)han aparecido gracias a la selección natural.

Quiero decir que el azar, efectivamente, no basta para lograr una evolución biológica pero, toscamente, azar+supervivencia sí que genera grandes resultados. No en vano existen en informática algoritmos genéticos que logran resolver problemas computacionales a traves del diseño de algoritmos por el mismo proceso de diseño ciego de la evolución darwiniana.


p.d: Mi último post tal vez te interese pues en él utilizo a Borges como ariete contra Leibniz :-P

p.d2: Leíste mi post sobre sobrenaturalismo, ¿qué te pareció?

Saludos

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Hector:

Un universo, aunque contingente, no es un hecho contingente más. Su existencia no depende de la selección, sino que fija los parámetros en los que ésta tendrá lugar. El diseño inteligente, según lo entiendo, no exige que haya un diseñador obrando Deus ex machina para dirigir la evolución, como si ésta no se bastara sola. Exige, en cambio, que las condiciones iniciales tengan un propósito (o muchos), de cuya suma improbabilidad en caso de no ser intencionada su consecución podemos deducir que sí lo fue.

Tus posts me gustan siempre. En un rato leo y te comento.

Héctor Meda dijo...

Un universo, aunque contingente, no es un hecho contingente más. Su existencia no depende de la selección, sino que fija los parámetros en los que ésta tendrá lugar

Oh, sí, sí, sí, ¡claro! en el caso del universo estoy totalmente de acuerdo con que la selección no vale pero para la biología sí creo que sea posible un avanzar ciego si, como tú bien dices, se dan unas determinadas condiciones iniciales.

MANE dijo...

¿Qué es Universo?...
para algunos estan relativo...
mi universo ,tu universo ,nuestro universo ...
este es un comentario fuera de toda norma jaja
Un abrazo

Héctor Meda dijo...

Por cierto entre los innumerables feeds a los que estás suscrito tal vez te interese añadir uno más, pienso en este blog de Gabriel Zanotti, economista de la escuela autriaca pero también tomista y por tanto católico.

Aquí te hago una pequeña selección:

Sobre Santo Tomás de Aquino:
http://gzanotti.blogspot.com/2009/01/recordando-santo-toms-de-aquino-en-su.html

Sobre el magisterio de Pio XII:
http://gzanotti.blogspot.com/2008/12/la-importancia-del-magisterio-social-de.html

Sobre el tiempo:
http://gzanotti.blogspot.com/2008/11/sobre-el-debate-en-torno-tiempo-qu.html

Saludos

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Te lo agradezco, Hector. Muchas veces empleo más tiempo en buscar buenas lecturas que en aprovecharlas.

Dany dijo...

Se habla de probabilidades, de posibilidades, de multiples universos problables, de suerte, de azar, de casualidad.... Pero todas estas categorías corresponden a un universo "ya existente". Ellas son posibles solo si existe "algo" donde podamos construirlas. Por ello, explicaciones tales como probabilidad, posibilidad, azar..., son explicaciones a posteriori. Una verdadera explicación a priori es aquella que diga porqué es posible "algo" donde podemos construir conceptos, esto es, porqué el Universo? la única posibilidad que queda es Dios, pero Dios se esconde tan bien, que la duda y la incertidumbre persisten.