domingo, 7 de enero de 2007

Escuchemos a los antiguos


El ateísmo americano ha acuñado el término "supernaturalistas" para referirse a los creyentes en alguna suerte de deidad. Con ello da por sentado que la naturaleza sólo puede concebirse de una manera: la suya. Históricamente no ha sido así, y ésta se ha ido vaciando de contenido hasta -valga la paradoja- desnaturalizarse. La naturaleza ciega, derrochadora, inconstante, perfectible, morosa, necesitada, autodestructiva, indiferente, inactiva y arbitraria de Dawkins no es la naturaleza de los antiguos. Ni siquiera la de todos los modernos. Valgan unas cuantas citas:


Natura es sapientissima, adeoque opus Naturae est opus Intelligentiae (La Naturaleza es el más sabio de los seres, por lo que las obras de la Naturaleza son las obras de la Inteligencia).

Natura nihil facit frustra (La Naturaleza no hace nada en vano).

Natura fine suo nunquam excidit (La Naturaleza jamás descuida sus propios fines).

Natura semper facit quod optimum est (La Naturaleza siempre opera lo mejor).

Natura semper agit per vias brevissimas (La Naturaleza siempre actúa a través de los medios más eficientes).

Natura nequet redundat in superfluis, neque deficit in necessariis (La Naturaleza no emplea medios superfluos ni carece de medios necesarios).

Omnis Natura est conservatrix sui (Toda la Naturaleza se preserva a sí misma).

Natura est morborum medicatrix (La Naturaleza es sanadora de todas las enfermedades).

Natura semper invigilat conservationi universi (La Naturaleza siempre procura por la preservación del universo).

Natura vacuum horret (La Naturaleza aborrece el vacío).


Leído en Boyle, A free enquiry into the vulgarly received notion of Nature.

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